jueves, 16 de septiembre de 2010

Nocturnidad complementaria

Ser testigo de una piel, ajena
a la realidad de su voluntad.

Haces bien en huir,
tras intentarme traicinar.

Vuelvo a vivir
sin temor a ti
o a vivir
de espaldas a la sociedad

Por que me partiste en dos
y luego todo estalló
en mil pedazos
a nuestro alrededor.




Y en una mañana
que revela al sol perdiendo
el brillo de antaño,
se oscurecen las ideas
perdidas en los reflejos
menos intensos.
Y ser parte de un mundo tan cruel
que debilita la enfermadad.