miércoles, 11 de abril de 2012

Nubes sobre la sangre


En nombre de este amor, volvería a atravesar
las puertas del infierno, si me esperases dentro
Es difícil callar a la razón
si el sentido difumina la emoción.

Nubes de rencor,
en la llovizna interior,
arriesgan el dolor.

Arriesgando los puntos de control,
atravieso las puertas del infierno
por ver lo que guardan dentro.

Revoluciones sin corazón
rompen la red de olvido
arrastrada por esta desesperación.

Nubes de rencor tiñen de color,
del blanco y negro,
el basto dolor.

Impulso descorazonador
el que impide la ira y esa emoción.

lunes, 9 de abril de 2012

De mis noches más bellas


"Siempre estas conmigo
en una dimensión,
lejos del olvido."
La mente y mis juegos,
dentro de la cueva escondidos,
se reparten la sangre y los duelos
en las noches infinitas.

Carcelero de los huesos
en la lejanía de la belleza,
adornada con ausencia de luz,
se estremece de frío
la montaña del acebuche.

Serenas cantan las sirenas,
a las faldas del templo,
a la nieve y la tierra.

Olvidando la penumbra
de mis noches más bellas.

sábado, 7 de abril de 2012

Siempre habrá otro camino


"Si miro y no te veo,
Sé que terminó."
El reloj que abandona el campaneo,
la grulla que se aleja del estanque
y sangre provocando hormigueo.

La oratoria la arrastra el movimiento
y la esperanza hulle del conocimiento.

Momentos de indecisiones
que levan consigo
el llanto y el desespero,
quedan atrás y traen
calma y ambiciones.

Naufragar deja de ser una opción
y se tiñe de color,
todo cambia
y el tiempo corre de espaldas.

viernes, 6 de abril de 2012

Lúchame


Seré el soldado
que contradice la orden.
Me cansé del frío,
lo tiré tan profundo
en el hueco que cavé...

Cada vez que llueve
los papeles se mojan,
y ni así la ventana cierro.

El placer me da problemas,
algunos de ellos tempestad,
pero en el resto sólo graniza.

Que la luna ríe,
cansada de esperar,
viéndome buscar.

lunes, 2 de abril de 2012

Una antigua caracola


Coger las alas, y a volar...
Un mundo más grande,
una simpleza pequeña
y una burbuja al final.

Recoger la templanza,
temblar ante la luz
y después de haberlo olvidado
empezar otra vez.
Simplemente caminar.

Y como parte del botín,
al final del túnel,
ser capaz de sobrevivir.