Sé que mi alma no despertó la ira,
la ira de la luna llena hasta el fin,
el de una mentira sin motivo aparente
y un crédulo rayo de sol comienza a creerse
sin llegar la agonía ni la muerte a envenenarle.
La traidora de sueños,
inamovible pecador aún centrado
para la cerrada e infecta salvación .
Sol que persigue sin saber la creadora de lobos,
vieja como pergamino se repite la historia
el uno huye, a contracorriente el otro.
Iluminados asteroides gritan,
indiferentes a la vida,
anunciando de otra historia el final.
Triste corazón.
Tornas cambiadas,
asoma temporal.