miércoles, 10 de diciembre de 2014

Salida

Quiero huir, quiero gritar,
quiero sentir que
nadie dijo "no es verdad".

Un reflejo callado
en el que la mirada fijar.

Todas las luces llegan a cegar,
notando la ausencia inerte,
ninguna sombre sabe mentir,
los laberintos a cruzar.

Volar a ras de suelo,
no llegar a levitar,
el mar tan inmenso.

martes, 9 de diciembre de 2014

Puños arriba, manos bajadas

Como si no importara,
paredes decoradas papel maché,
como si no fuera más a llover,
hojas importadas sin escribir,
como si no callara cada vez,
horas entre patadas olvidadas.

Hueco en silencio grita desespero,
proclama puñetazos que llegan a caer
que sigue haciendo leña hasta arder.

No risa sin desvarío
ni desvarío con gentil suficiente.

Como si no importara,
brochas a medio gas
y
horas entre patadas olvidadas.

Como si no callara cada vez.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Cambio por caída

Pensando en voz interior
he partido mi mente en dos.
La mitad racional ya no quiere
beber ni agua,
sólo desea su destrucción,
pero,
la parte irracional no puede evitar sorprenderse
de saber que quiere y puede
aún
mantenerse en pie.

Yo en mi habitación,
ya hoy es martes,
sigo asolado por,
ya se abre de nuevo el cielo,
la perspectiva de otro día atroz.

Brilla de nuevo el sol
inundando todas las paredes
de esta caja inmensa que se cierra
es cada vez más pequeña aún
la oportunidad de salir de nuestro túnel
dónde estamos tú y yo.

Volveremos a salir,
levantaremos el espíritu,
no dejaré que me derrumben otra vez.

Mi mente se recompone pieza a pieza
mientras se recompone el rompecabezas.

Ahora no dejaré
de pensar en voz alta
hasta que caiga la torre más vieja.

sábado, 6 de septiembre de 2014

Si se había ido

Perdido otra vez por sus ojos,
son de nuevo esos labios.

Cuando lo natural es falso,
y lo falso oculta en lo breve
una tempestad en la distancia.

Me pierdo mirando,
y me sorprendo deseando.

Vuelve un feo recuerdo con vuelos,
y yo,
ahora no tan malo,
una memoria con significado.

Y una caída,
¡Ay! Qué caída...
Se ve, se intuye, y ahora tiemblo.

La estúpida rabia, el odio visceral,
una historia, esa risa...
Esa risa.

Esa que olvido cuando no la oigo,
esa que a veces en sueños aparece,
esa que contagia y poros recorre,
esa que realmente nunca olvido.

Aquel otro, cuando cae,
no hace lo que dicen.

viernes, 25 de abril de 2014

Nunca verá la nieve

Cautivo del movimiento más estático
he comprendido que es mejor
esperar a la última estación
cerrada, abrazada en el consuelo de las pisadas.

En cada palabra esconde una perturbadora mirada
cual ave real enclaustrada,
prisionera de aquella balaustrada,
tan sedienta como ayer,
peleando en la batalla.

Dejarán las mentiras al desollar
al inconsciente valor enfrentado
que vuelve a casa, renunciando.

Tan sólo salir a la ventana y volver a entrar,
tan sólo correr contra marea y descansar al acertar,
tan sólo un copo de nieve cara a cara con el sol.