Consecuencias

No hay forma de olvidar,
caras pegadas al cristal,
que intentan borrar recuerdos desechos...

Que hemos de atravesar fronteras
sin perder lo que cada cual llegó a ser...

Que toque llorar,
pues nuestra opinión,
será manipulada por sentir,
falte y zozobre la libertad...

Como el niño que hay dentro de mi
no veré la lluvia y el trueno caer.
Como el adulto que nunca seré
esperaré sentado a que me llegue el momento.

Es la falta de valor,
ante el miedo no sé bien a qué,
será el elixir que me lleve a morir,
será el pavor a seguir,
por que sigo aquí debajo
sin notar el cansancio.

Dejad ver quien robó
mi inocencia y mi obsesión,
y para ello dejad fluir la situación...
Pero no, pero sí,
no obstante aún miro atrás
en el sucio y viejo retrovisor.

La complicidad al borrar esos recuerdos,
tan futuristas como los planes que nunca son tal.

Cambio necesario

¿Hay alguien ahí,
alguien que suma la culpa,
alguien que no caiga al oír,
alguien que no caiga al ver
cómo se desmorona el mundo,
alguien que encuentre salida?

Si nadie intenta matar el dolor,
si nadie consigue erradicar el odio
el camino que seguimos nos llevará a dejarlo,
todo en un mundo tan frío...
como el interés por algo vano.

No más armas,
no más rabia,
sólo un inciso para pensar...
Y luego, sí, habrá que actuar.

Fuimos sólo presencia,
y ahora cumplimos penitencia.

¿Hay alguien ahí?
¿Es sólo mi error?

No más armas,
no más codicia,
fuera la rabia,
y el odio con élla.

Miremos dentro,
busquemos amor,
busquemos un mundo
con algo de humano calor.

No más armas,
no más codicia,
fuera la rabia,
y que el odio se valla con élla.

Y que ahora la penitencia,
se transforme en sólo presencia.

Momentos de cada...

Una densa bruma neblinosa
toca las aguas oscuras
dónde se encuentra oculta
mi alma, que quiere resurgir
de las cenizas en que mi cuerpo
ha quedado transformado.

Ahora, tiempo después,
no hay nada que pueda yo hacer
para dar marcha atrás
a esas viejas manecillas
del reloj que vio mi caída mortal.

Viajo en una espiral de dolor,
cayendo al vacío;
grito y no me oigo,
escucho y sólo hay silencio roto
por el riudo del rudo silencio en sí,
que provoca un tiempo
quebrado entre azules brumas...

Una densa niebla brumosa
seca la garganta de aquel que gritó
y no se dejó callar
ni calló en la cuenta
de su necxesidad de respirar.

Ahora, tiempo atrás
recuerdo que no encontré
un cartón lo suficiente frío,
ni un banco lo sificiente apartadon del mundo
para dejar a un lado
la locura de estas palabras ya sin vida...

Quiero que ayuden
a rezar por el fin del dolor,
por la calma a final del día
dónde no haya más de lo mismo
y nunca encuentres lo que necesitas.

En guerra

Por intentar volar
y no llegar a dar...
Dos trozos de alma
que puede,
tal vez serán
piezas de un juego
que no acabará
hasta encontrar
el verdadero final...

Simplicidad al ver caer
los destrozos de una victoria
plagada de venganza
y frío y real dolor.

No hay forma de escapar
de las manecillas encadenadas del progreso,
no hay forma de olvidar
que somo fieles cómplices de ello.

El presente no es más que una transición
que hemos de atravesar sin más,
pues sólo pensamos, no importa cuándo
ni cuánto, en el futuro...

Y, sí, soy culpable...
Pero no, pero no...
Hay culpable, sí...
Pero soy yo, pero soy yo...

Y hoy me arde el pensar
cada vez que miro atrás.
Y, sí, el culpable soy yo.
Culpable de no olvidar
y de siempre recordar...

Ciudad perdida

Son mis pasos los que me guían,
por esta oscura, perenne e incognoscible ciudad.

Son sus sinuosas calles,
sus llenos de soledad e innumerables portales.

No pasa luz alguna a través de sus nubes, no llueve, no hace calor.
No hace frío, no sientes nada,
a veces soledad,
a veces incertidumbre...

Embarque a cuidad perdida, puerta número trece...

Son sus gentes, vacías de vitalidad,
sus plazas casi inexistentes sus balcones llenos de enredaderas...
Nunca ocurre nada, nunca nadie nace allí,
jamás se siente la pérdida de un ser querido,
jamás sientes la plena libertad...

Último aviso para los viajeros,
embarquen en cuidad perdida
antes de encontrar felicidad...
sus vidas no volverán a ser la misma

Sueño de nocturnidad

Mira cómo ve hacer
al jinete de su sueño.
No quiere perder el momento
de ser quien la desdicha viene a traer.

Y se cansa
en su vano intento
de verme tirado,
ahí,
en el sucio y frío suelo,
abrazando sin consuelo
los restos de mi último aliento.

Déjeme,
quiero oír, escuchar,
gritar y saltar,
correr y avisarme
a mí mismo
de tu maldad.

La risa que me provoca, ...
la oscuridad, que fría está...
No queda nada ya,
sólo tú, sin la voz,
que inundó
este lado oscuro
de mi corazón.
Dame tiempo para aceptarlo.

Por favor,
que mi dios no nació aún,
por favor dame tiempo
para cerrar la puerta de tu destrucción.

Quiero no sentir
la fría guillotina
rebanando mi tosco cuello
sin remedio ni absolución.
Y ahora sólo puedo decir:

Déjeme,
quiero oír, escuchar,
gritar y saltar,
correr y avisarme
a mí mismo
de tu maldad.

La risa que me provoca, ...
la oscuridad, que fría está...
No queda nada ya,
sólo tú, sin la voz,
que inundó
este lado oscuro
de mi corazón.
Dame tiempo para aceptarlo.

La hora de la tierra

Va pasando el tiempo
y notas que se va acercando la hora.

Despierta, y oblígate a darte cuentade que nada,
nada es real.

No te quedes quieto
y no esperes a que la luz se haga,
agíta las manos, hasta dar con
la llama de la vela que siempre se apaga.

Oye el latido metálico y maldito
de las cámaras que como ojos
que no parpadean te observan
día a día, hora a hora, momento a momento,
sonrisa a sonrisa, lágrima a lágrima.

¡¡Despierta, no es un sueño,
es la pesadilla de la realidad!!

Recuerda ahora la noche en que no podías dormir,
y comparte tu respirar y tu vivir.

El pasado no es real,
no mires nunca atrás,
el pasado no volverá,
no busques ahí detrás,
los amantes no están.

Recuerda...
la historia no la escriben ellos,
así que levántete,
coge lápiz y papel
y comienza a escribir
el futuro de nuestra historia.

Si caíste

Y haber si tu eres
tan valiente
para decirme de frente
que tus ojos no mienten.

Dime,
tu tan honrado
como la salida del sol
cada mañana en el lejano horizonte,
sinuoso y ancestral,
dime que nunca caíste a la tentación
dime que jamás caíste en el añoro de lo perdido, de lo caído,
dime que siempre te mantuviste en tu correcto lugar
dime que para empezar no tuviste que levantar...

Por un mundo...

Le quiero robar el silencio
al sonido.
Le quiero quitar el frío
a la soledad.
Le quiero saquear la noche

a la oscuridad.

Quiero perder el trece

de mi reloj de pared.

Quiero encontrar el atajo

que baja de cielo al infierno.

Quiero no ser

Quien la desdicha viene a traer.

Y todo por un mundo sin babel....

Echaré un sueño

hasta que todo cambie

Dejaré los sueños de la fantasía

para más tarde.

Denunciaré las leyes

que yo mismo un dia acepté.

Me arrepentiré

de todo lo que hice bien.

Pegaré los trozos

de las cartas que quemé.

Pintaré los sueños

que una vez yo también abracé.

Y todo por un mundo sin señor...

Le quiero robar el silencio
al sonido.
Le quiero quitar el frío
a la soledad.
Le quiero saquear la noche
a la oscuridad.
Quiero perder el trece
de mi reloj de pared.
Quiero encontrar el atajo
que baja de cielo al infierno.
Quiero no ser
Quien la desdicha viene a traer.

Yo todo por un mundo sin Oscura Comunicación...

No sabré de las opciones que no tuve

cuál dejar para ayer.

Dudaré de entre los barcos que naufragaron

el que será mi casa.

Preguntaré a una anciana

por su verdadero hogar.

Adivinaré cuando vuelvas

quién te hizo marchar.

Alcanzaré tal vez las alas

del ángel que cayó junto a tu ventana.

Derramarás quizás las lágrimas

del santo diablo.

Y todo por un mundo irreal...