viernes, 25 de septiembre de 2009

En momentos de la mas absoluta desdicha...


Cómo se olvida lo inolvidable
sin siquiera conocer el origen de la necesidad
de olvidar...
Cómo se borra lo imborrable
sin siquiera conocer el origen de la necesidad
de borrar...
Cómo se pronuncia lo innombrable
sin siquiera conocer el origen de la necesidad
de hablar...


Cómo se espera sin desesperar
ni tornar en locura la espera...


¿Y si el tiempo es más que tiempo;
es una quemadura que profundiza
abrasando alrededor de la muñeca...?

Más que un sentimiento de asfixia,
es una sensación de muerte vívida...



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