Qué me queda si no es un recuerdo,
que me quedo sin tener que eleguir,
cómo te lo digo si no lo ves,
cómo te lo hago entender si no quieres saber.
Aquellos bailes de miradas sedientas,
aquellos momentos de los que tanto aprendí.
A qué esperas para cerrar el final,
o para escribir el nuevo capítulo.
A qué me aferro si no tengo el susurro,
o siquiera el cansancio.
Y el Banco dónde fumábamos risas,
y las conversaciones vacías de sentido racional,
y los te necesito porque estoy mal,
y los te necesito porque estoy fenomenal.
Una insensata voz en mi me dice
el dividir es una operación operada
desde otro diario.
Pero no sé cuanto aguantaré.
Y ya te lo digo yo,
Qué me queda.
animo... (:
ResponderEliminarya...
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