sábado, 31 de marzo de 2012

En mitad del mediterráneo en calma


Con el abrumante ruido del olvido
no encuentro la quietud del torbellino.
Aquella luz
se redime
y se cansa...

La fuerza para brillar,
no está en ella
sino en la esperanza
de un amanecer
y la mañana tórrida
con un alfil deborando a su rey...

Son retazos de ira
los que guían la vida
de la muerte.

Aquél lugar donde descansan
los restos de la lucha
hoy se inunda
como lo hace un barco de papel
en medio del mediterráneo en calma

No volver a ver la luz
de la estrella sin vida
es perder el juicio
contra la voluntad;
lo que hoy se palpa.

No olvidar jamás
es mentir una vez más,
y un paso adelante en la batalla.