sábado, 28 de marzo de 2009

Sueño de nocturnidad


Mira cómo ve hacer
al jinete de su sueño.
No quiere perder el momento
de ser quien la desdicha viene a traer.

Y se cansa
en su vano intento
de verme tirado,
ahí,
en el sucio y frío suelo,
abrazando sin consuelo
los restos de mi último aliento.

Déjeme,
quiero oír, escuchar,
gritar y saltar,
correr y avisarme
a mí mismo
de tu maldad.

La risa que me provoca, ...
la oscuridad, que fría está...
No queda nada ya,
sólo tú, sin la voz,
que inundó
este lado oscuro
de mi corazón.
Dame tiempo para aceptarlo.

Por favor,
que mi dios no nació aún,
por favor dame tiempo
para cerrar la puerta de tu destrucción.

Quiero no sentir
la fría guillotina
rebanando mi tosco cuello
sin remedio ni absolución.
Y ahora sólo puedo decir:

Déjeme,
quiero oír, escuchar,
gritar y saltar,
correr y avisarme
a mí mismo
de tu maldad.

La risa que me provoca, ...
la oscuridad, que fría está...
No queda nada ya,
sólo tú, sin la voz,
que inundó
este lado oscuro
de mi corazón.
Dame tiempo para aceptarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Se permiten los comentarios de forma anónima, pero si lo realizas de éste modo deja tu nombre o tus siglas. Si no quieres que se te asocie al comentario envía tu nombre y el alias utilizado a:
todoscaemos@hotmail.com

¡Gracias por los comentarios!